jinetes de bestias

Los Jinetes de Bestias de Onderon eran un grupo de disidentes expulsados de Iziz por sus gobernantes corrompidos por su antiguo rey, el Señor Sith Freedon Nadd. Los gobernantes habían esperado que los disidentes, llamados “criminales”, fueran devorados por las feroces bestias de las tierras salvajes de Onderon que habían migrado por un puente de oxígeno de la luna Dxun. Sin embargo, con el tiempo, los proscritos tuvieron éxito al domar las bestias, usándolas como monturas de guerra aladas para sus campañas contra Iziz. La montura más común entre los Jinetes de Bestias era el drexl.

El conflicto entre la monarquía corrupta y los Jinetes de Bestias escaló al punto que la reina Amanoa buscó la ayuda de la República Galáctica. Los estudiantes del Maestro Jedi Arca Jeth, Ulic Qel-Droma, Cay Qel-Droma y Tott Doneeta, fueron enviados para lidiar con la situación. Los Jedi supieron que la hija de la reina, la princesa Galia, había sido secuestrada por los Jinetes de Bestias. Al encontrarla, supieron que su cautiverui había sido un engaño para ocultar las intenciones reales de Galia: escapar de la realeza influenciada por el lado oscuro y casarse con el Señor de Bestias Oron Kira.

La reina Amanoa no permitiría ese matrimonio y atacó a los Jedi con sus poderes del lado oscuro. Simultáneamente, los Jinetes de Bestias atacaron y tomaron Iziz. Amanoa fue derrotada y Galia se casó con Oron Kira. Su matrimonio terminó la guerra entre los habitantes de la ciudad y los Jinetes de Bestias, finalmente otorgándole una tenue paz a Onderon.

Los Jinetes de Bestias pelearon otra vez, defendiendo a Onderon, durante la Gran Guerra Sith contra las fuerzas aliadas de Exar Kun y los Mandalorianos. Ellos rechazaron exitosamente a los Mandalorianos a Dxun, donde Mandalore fue muerto por la vida nativa. Los Jinetes de Bestias también pelearon durante las Guerras Mandalorianas, en las que Onderon fue uno de los primeros planetas en caer ante los guerreros Mandalorianos.

Muchos Jinetes de Bestias perecieron en la liberación de Onderon, y la mayoría de los sobrevivientes terminaron en Iziz buscando empleo como mercenarios. Sin embargo, muchos se convirtieron en simples ladrones y criminales callejeros. Algunos de estos fueron Bakkel y Panar, a quienes la Jedi Exiliada encontró mientras buscaba holodiscos para Dagon Ghent para que pudiera reunirse con el Maestro Jedi Kavar en el Palacio Real de Iziz.

Se desconce el lado que tomaron los Jinetes de Bestias en la Guerra Civil de Onderon, mas se asume que estuvieron divididos al respecto. Por otro lado, sus bestias ayudaron a los Confederados del general Vaklu y sus aliados Sith debido a que los Sith estaban practicando un ritual en la tumba de Freedon Nadd para controlar las bestias. Se cree que en su mayoría se aliaron con los partidarios Leales de la Reina Talia.

Después de la guerra los Jinetes de Bestias desaparecieron en la historia, aunque varios estaban aún presentes cuando Leia Organa Solo huyó del renacido Emperador Palpatine a Onderon.